sábado, 10 de noviembre de 2012

Dibujantes!

Todavía recuerdo como si fuera hoy el momento en que recibí el primer adjunto con un dibujo realizado especialmente para un laburo escrito por mí.
Sentí...
No puedo explicarlo. No quiero explicarlo.
Sí, les cuento, que yo todavía en la casa de mis padres (en los intermedios que por entonces me tomaba entre un viaje y el siguiente) y que me puse a caminar de un lado a otro, sin saber qué hacer ante semejante visión.
Mi viejo tenía un whisky "para ocasiones especiales", recuerdo. Y me serví un vaso bastante cargado.
Era una ilustración realizada por Sebastián Barreiro para un libro de fantasmas que había escrito y que me autopublicaría ese año (2.001).
Era una hermosa ilustración. Era el comienzo de la vida que vivo ahora.
Desde ese día, los adjuntos se fueron multiplicando en mi casilla de correo a medida que los trabajos en el medio también lo hacían. Literatura juvenil, historietas, dibujos animados... mi profesión estaba rodeada por dibujos. Y esos dibujos venían, siempre, de la mano de un dibujante.
No sé bien en qué momento lo decidí, pero fui tajante: quiero laburar con amigos. Desde ese momento, el trabajo tiene un costado lúdico maravilloso, porque trabajar significa -también- juntarme, charlar, reirme. Y mis socios no son más mis socios. Son mis amigos.
No voy a hacer aquí una lista de los maravillosos dibujantes con los que he trabajado ni voy a contar los momentos que viví con dibujantes con los nos hicimos tan amigos que el trabajo todavía nos queda para adelante y no para atrás.
Sí, voy a desearles a todos un muy feliz día. Porque el mundo es maravilloso cuando ustedes lo pintan.
Porque los adjuntos de mi casilla festejan cada vez que los envían sus dedos.

Y porque soy muy feliz de trabajar codo a codo con todos ustedes.



PD: y, en el link de acá abajo, el dibujo que comenzó todo.

 http://lucianosaracino.blogspot.com.ar/2008/07/hace-muchos-muchos-aos.html